La ubicación muy buena, a metros de la playa y del centro. La habitación cómoda con vista al mar pero a metros de un transformador de luz de la calle que hacía mucho ruido las 24 hs,insoportable, el aire un poco más ruidoso aún, tv vieja y con 5 canales. Con un poco de lluvia sale un olor a cloacas terrible.El baño en determinada hora no salía agua caliente de la ducha. La atención del personal excepto la señora de la mañana es muy frío. El desayuno variado y rico. El hotel muy moderno. Lo mejor la pileta en el tercer piso muy linda y grande, cosa necesaria ya que la playa no se aprovecha todo el día por las mareas, el día que llegamos Mariano inauguraba el bar que se encuentra en ella y pudimos disfrutar de buenos tragos con una atención excelente.No volveríamos a alojarnos allí.