La habitación estaba cómoda, limpia cuando llegamos, el lobby Y la alberca se veíaN bien. Las toallas eran súper viejas y rotas de las orillas. El desayuno fue una pesadilla, tienen muy pocas mesas y todos los días tuvimos que esperar parados a que se desocupara un lugar para desayunar, además no había suficiente comida. Le pedí a la recepcionista que trajera más y me vio muy molesta como si fuera mi culpa. Además dijo que después de las 10 no podían poner más comida pero yo había estado ahí antes de las 10 y estuve esperando en línea por mi desayuno.