Calvi, la ciudad costera más grande de Córcega, es un lugar muy agradable que cuenta con una playa hermosa y una ciudadela del siglo XIII, alguna vez conquistada por Horatio Nelson. Aquí puedes caminar entre los edificios antiguos, tomar el sol y bucear para explorar los barcos hundidos.
Aunque Calvi siempre ha sido un destino atractivo, en los siglos anteriores su popularidad estaba más relacionada con su ubicación estratégica. La enorme ciudadela es una muestra. Esta fortaleza defensiva ubicada sobre un promontorio en la parte más alta de la región se construyó en 1268 para defender a la ciudad contra los invasores. El más famoso de estos invasores fue Nelson, el almirante británico que perdió la vista de un ojo durante un ataque a Calvi.
Explora el interior de las murallas antiguas de la ciudadela. Encontrarás un conjunto de casas conectadas por calles de adoquín y corredores. Uno de los sitios más destacados es la Catedral de San Juan Bautista, que data del siglo XIII. Además de la arquitectura impresionante, la catedral cuenta con un famoso crucifijo conocido como el Cristo de los Milagros. Según la leyenda local, los turcos invasores huyeron al ver este crucifijo durante un asedio en 1553.
Pasea por los bastiones defensivos de la ciudadela para disfrutar la vista panorámica de la ciudad y la costa, y después baja la colina para regresar hacia la marina. Haz una parada en una cafetería o un restaurante junto al agua para disfrutar un platillo de mariscos mientras observas los yates que entran y salen de la marina.
La playa de Calvi se encuentra junto al puerto. Relájate en la arena y renta un kayak o una tabla de windsurf. Gracias al clima del Mediterráneo de Calvi, puedes disfrutar el calor en la playa de marzo a octubre. Si quieres más aventuras, disfruta una expedición de buceo. Varias empresas de la región ofrecen clases y viajes para buzos principiantes y expertos.
Puedes viajar hasta aquí en avión o en ferry desde varias ubicaciones de la porción continental de Francia. Las calles angostas y la forma ligeramente irregular de la ciudad son inadecuadas para el transporte público, por lo que no hay servicio de camión. Por suerte, Calvi es una ciudad muy accesible a pie.
Además de aprovechar al máximo los encantos históricos y naturales de la ciudad, disfruta un paseo en el pequeño tren que recorre la costa para llegar hasta Ile Rousse.